Cada vez es mayor la participación de capiatales privados en empresas de energía eléctrica como Edelnor, Luz del Sur y Edecañete; además existen otras diez compañías eléctricas que están en manos de Estado las cuales están administradas por el Fonafe. A pesar de esto se padece el problema del crecimiento de redes eléctricas estatales. La capacidad de reacción de entidades estatales es preocupante, ante el surgimiento de nuevos proyectos de inversión a desarrollarse en sus zonas de concesión. Se sabe que toda inversión de empresas públicas de derecho privado debe tener la aprobación del Sistema Nacional de Inversión Pública, que incluye las opiniones del Ministerio de Economía y Finanzas y de la Contraloría General de la República, este proceso retrasa el inicio de los proyectos.
El Decreto legislativo 1031, promueve la eficiencia de la actividad empresarial en el Estado, como respuesta al problema de las distribuidaroras ante la creciente demanda.
Se une a este problema la incompetencia de algunas pequeñas distribuidoras, la solución podría ser fusionar algunas de ellas y luego inyectar capital privado.
Esperemos que las soluciones que se plantean den repuesta a la creciente demanda y así brindar este servicio a todas las personas
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